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3 – BARCELONA  EIXAMPLE ***  –  ENSANCHE

El Plan Cerdà fue un plan de ordenamiento del ensanche de la ciudad de Barcelona de 1860, creado por Ildefons Cerdà y su aprobación tuvo una fuerte polémica por haber sido impuesto desde el gobierno de Madrid, en contra del plan de Antoni Rovira i Trias que había ganado un concurso del Ayuntamiento de Barcelona y que quería desplegar Barcelona en forma de abanico y por lo tanto, se ha de reconocer, menos práctico que el de Cerdà, cuyas calles rectas atraviesan la ciudad de punta a punta.

 

Proponía una cuadrícula continua de manzanas de 113,3 metros de lado desde el Besòs hasta Plaça Espanya y desde plaça Catalunya hasta la gran Villa de Gracia, con calles de 20, 30 y 60 metros con una altura máxima de construcción de 16 metros. La novedad del plan consistía en que las manzanas tenían chaflanes de 45° para permitir una mejor maniobrabilidad del tráfico.

 

Así mismo diseñó tres avenidas muy significativas en cuanto a su aliniación, La avenida Meridiana, que como su nombre indica es paralela al meridiano terrestre de Barcelona. La avenida del Paralelo, que sigue el paralelo terrestre de Barcelona, y la Diagonal que cruza en Diagonal Barcelona. Como resultado de este diseño tenemos que las calles de Barcelona están a 45º con respecto a los ejes de latitud y longitud y cuando vemos Barcelona en el Maps, vemos las manzanas del ensanche mostradas como rombos de norte a sur.

 

La puesta en práctica del plan duró casi un siglo. A lo largo de todo este tiempo, el plan se fue transformando y muchas de sus directrices no se aplicaron. En el centro de las manzanas de casas, Cerdá diseñó unos jardines para disfrute de los vecinos, pero los intereses de los propietarios del suelo y la especulación desvirtuaron el plan y en los interiores de manzana, se empezaron a construir, garages, talleres de todo tipo y oficinas.

 

En las centenarias fachadas modernistas del Eixample encontramos el nombre de las familias de la burguesía barcelonesa que hicieron construir a los arquitectos más destacados sus domicilios, en el Passeig de Gracia entre las calles Consell de Cent y Aragó. Las mas famosas, es la antiguamente mal llamada "manzana de la discordia", puesto que no es una discordia, sino un bello y variado ejemplo del modernismo, ejecutado por tres de los grandes arquitectos del Modernismo, Montaner, Josep Puig i Cadafalch y Antoni Gaudí, que transformaron unos edificos anódinos ya existentes, en unas bellísimas residencias para las familias Lleó Morera, Amatller y Batlló respectivamente.

 

El distrito de Dreta del Eixample, (derecha del ensanche) y más concretamente en la zona conocida como el "Cuadrado de Oro" es la zona delimitada entre la calle Aribau y Paseo de San Juan, y desde Plaça Catalunya hasta la Diagonal, que acoge un rico patrimonio arquitectònico con la mayor concentración de edificios modernistas, por ser las primeras calles que se edificaron cuando se implantó el Plan Cerdá en el cambio de siglo XIX al XX en pleno auge del Modernismo.

 

Bajando del tren en (D), acercarse al punto (B), carrer de Casp, 48

 

Paseo por el Ensanche (1) – 2,9 Km

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B – Casa Calvet – Casp, 48

Obra de Antoni Gaudí. El arquitecto inició su primer edificio de viviendas en 1898 en pleno Eixample, y en una línea que fue ampliamente seguida por autores de otras casas con profusión de elementos barrocos o rococós, como las formas onduladas y el peculiar tratamiento de la irregular superficie de piedra arenisca de Montjuïc, los balcones o las tribunas.

 

C – Casa Llorenç Camprubí – Casp, 22

Obra de Adolf Ruiz i Casamitjana (1901). Con una remarcable tribuna que ocupa el principal y el primer piso de la finca, la Casa Camprubí es un buen ejemplo muy personal de un amplio repertorio de formas y elementos neogóticos.

 

D – Casa Pascual i Pons – Passeig de Gràcia, 2 - 4 

La obra más gótica de Enric Sagnier i Villavecchia. El principal interés del edificio está en el interior: unas vidrieras emplomadas que representan personajes medievales, visibles desde el exterior; la escalera con ornamentos escultóricos y lámparas de hierro y vidrio; y una noble chimenea de madera. Construida en 1890-1891, la Casa Pascual y Pons se reformó en profundidad en 1984, para adecuarla a los avances en comodidad.

 

E – Cases Rocamora – Passeig de Gràcia, 6-14

Este edificio es uno de los conjuntos arquitectónicos más grandes de todo el Eixample. Al contrario de lo que era habitual en la época, el solar no fue dividido en diferentes inmuebles, sino que se construyó un único volumen arquitectónico para enfatizar la magnificencia del edificio. La obra, de marcado estilo neogótico, fue firmada en 1914 por los hermanos Joaquín y Bonaventura Bassegoda, con especial atención al conjunto de cuatro tribunas con torreta cuadrada y una en la esquina con la calle de Casp con torreta gótica redonda.

F – Fundación Mapfre – Antigua Casa Garriga Nogués – Diputación, 250

Otro edificio que Sagnier construyó, donde hay que fijarse en las ménsulas de Eusebi Arnau, que representan las edades del hombre, y las vidrieras de la planta noble. Desde el 2016 el edificio es la sede de la Fundación Mapfre.

Entrada general: 3,00€. – Información Tel. 932 723 180.

Horarios

Lunes de 14 a 20 h.

De martes a sábado de 10 a 20 h.

Domingos y festivos de 11 a 19 h.

Último acceso: 30 minutos antes del cierre.

 

G – Casa Malagrida – Passeig de Gràcia, 27

Construïda el 1908, y proyectada por el arquitecto Joaquim Codina i Matalí.

 

H – Casa Lleó Morera – Passeig de Gràcia, 35 – No visitable.

Lluís Domènech i Montaner se hizo cargo, en 1905, de la reforma de esta casa, construida en 1864. De la fachada destacan los trabajos del escultor Arnau, pero las figuras femeninas de los arcos de la planta baja fueron mutiladas en los años cuarenta junto con otros detalles ornamentales para permitir la instalación de las lunas de los escaparates de una tienda. Los bajos fueron parcialmente restaurados en 1992 a partir de fotografías y otros documentos. En el MNAC se pueden contemplar elementos de interiorismo del piso principal, obra del ebanista Gaspar Homar. Entre muebles, lámparas y alfombras, destaca un gigantesco sofá-armario de marquetería.

 

I – Casa Amatller – Passeig de Gràcia, 41

De Puig i Cadafalch (1875), que apostó por darle la apariencia de palacio gótico urbano, con una fachada plana y un patio central con una escalera que da acceso a la vivienda principal, aunque el inmueble había de ser habitado por varias familias. El vestíbulo está adornado con tres lámparas de bronce y una elegante escalera que conduce a la planta noble en que las figuras de las ventanas recrean las fantásticas y grotescas criaturas que poblaban palacios e iglesias góticas. La chimenea es una de las piezas más notables, aunque muchos consideran que la obra maestra del piso es la columna de mármol rosado situada en medio de la tribuna y que se ve desde la calle, una columna sin ninguna misión estructural y sólo concebida como puro adorno. En el MNAC (34) se pueden ver diversos elementos del mobiliario original de esta casa.

 

J – Casa Batlló – Passeig de Gràcia, 43

Del 1904 de Antoni Gaudí. Josep Batlló era un magnate del sector textil catalán. Cuando en 1904 Antoni Gaudí recibió el encargo de remodelar el edificio, de 1870, manifestó su intención de recrear el paraíso, reformando la casa de arriba abajo.

Añadió un quinto piso, construyó los sótanos, agrandó el vestíbulo, rehizo la escalera y los muros interiores de los pisos y alteró la forma de todas sus habitaciones con amplias curvas, de modo que no hay ningún ángulo recto en toda la casa. El elemento más singular de la Casa Batlló es la fachada, que combina la piedra de las plantas baja y noble con el revestimiento de mosaico de las plantas superiores, y se corona con un tejado escamoso que recuerda el dorso de un reptil; el dragón de Sant Jordi. Para algunos, el objetivo de Gaudí fue edificar un himno simbólico de la leyenda, del patrón de Cataluña.

 

K – Casa Milà, La Pedrera - Passeig de Gràcia, 92

Popularmente conocida como LA PEDRERA. La Casa Milà, el último edificio de viviendas construido por Gaudí, para Pere Milán, un joven que se había casado con Rosario Segimón, la rica viuda de un indiano llamado José Guardiola (se llamaba indiano al que emigró a América en busca de fortuna y regresó a España con riquezas). Milán era entonces un triunfador, amante del lujo, las modas y las novedades: un verdadero "dandy" de la Barcelona modernista. Fue uno de los primeros en presumir de coche a motor por las calles de la ciudad, mientras los barceloneses bromeaban de su conocida apego al dinero, preguntándose si no estaría más interesado en la hucha de la viuda que en la viuda misma.

 

L – Palau del Baró de Quadras - Av. Diagonal, 373.

Este palacio construido entre el 1904 i el 1906, es toda una lección de creatividad y elegancia de Puig i Cadafalch. Todo es ejemplar: desde la reja de la puerta hasta los interiores, con un vestíbulo muy ornamentado, y la fachada, que auna formas góticas y platerescas, con una abundante decoración floral. Una de las curiosidades es la doble fachada del edificio: la de la Diagonal acentúa el carácter noble y singular del palacio, mientras que la trasera (calle Rosselló) evidencia el carácter de casa de viviendas. El interior tiene un sabor oriental gracias a los mosaicos romanos, las policromías sobre madera, los esgrafiados y las celosías de madera. Hoy aloja el Instituto Ramon Llull, organismo público creado con el objetivo de promover en el exterior los estudios de lengua y cultura catalanas, y la producción cultural catalana.

 

M – Casa Comalat - Diagonal, 442.

Obra insólita de Salvador Valeri i Popurull (1909-1911), de claras influencias gaudinianas. Destacan especialmente las fachadas: la principal, simétrica y urbana, y la posterior (calle Còrsega), menos formal, policromada y decorada con unas curiosas galerías de madera con persianas y cerámicas de colores. El interior no es menos espectacular: además de los espléndidos pavimentos de mosaico, cuenta con un mobiliario exquisito, de formas extremadas, en particular los bancos y las lámparas del vestíbulo.

 

N – Casa Fuster - Passeig de Gràcia, 132

La última obra de Domènech i Montaner en Barcelona (1.908 a 1.911). Se trata de una construcción de aire neogótico, con tres fachadas de mármol y una solución de la esquina principal, con un cuerpo cilíndrico que forma tribunas, típica de Domènech. El edificio, rematado por un curioso desván de aire francés muy poco habituales en la arquitectura modernista catalana.

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Coger el metro L5 en Diagonal y bajar en Sagrada Familia

 

Paseo por el Eixample (2) – 1,6 Km

La Sagrada Familia – Plaça de la Sagrada Familia / Carrer Sardenya

El Temple Expiatori de la Sagrada Família, Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, simplemente la Sagrada Familia, es una basílica católica, obra maestra del arquitecto catalán Antoni Gaudí, y el máximo exponente de la arquitectura modernista catalana. Iniciada en 1882, todavía está en construcción y se acabará en 2026. Es el monumento más visitado de España, por delante de la Alhambra o el Museo del Prado, con 3,7 millones de visitantes en 2015.

 

En 1926 cuando murió Gaudí, sólo se había construido una torre de las cuatro del portal del Nacimiento. Actualmente están terminados los portales del Nacimiento y de la Pasión, se ha iniciado el de la Gloria, la bóveda de la nave central está cubierta y las torres de los cuatro evangelistas están en ejecución. La obra que realizó Gaudí, es decir, la fachada del Nacimiento y la cripta, ha sido declarada por la Unesco Patrimonio de la humanidad en el año 2005. El Templo fue consagrado solemnemente como Basílica menor el 7 de noviembre de 2010 por el papa Benedicto XVI.

 

La idea de construir un templo expiatorio dedicado a la Sagrada Familia fue del librero Josep Maria Bocabella, que fundó la Asociación de Devotos de Sant Josep, para recaudar fondos, y para la construcción del templo se adquirió una manzana entera del Eixample por 172.000 pesetas. El proyecto fue encargado al arquitecto Francisco del Villar, que ideó un conjunto neogótico de tres naves, con los elementos típicos del gótico.

 

La primera piedra se colocó el 19 de marzo de 1882, Gaudí asistió a la ceremonia, como ayudante de Villar. Las obras se iniciaron en agosto de 1883, pero poco después Villar renunció a la obra, por desavenencias con Bocabella. Finalmente el proyecto fue ofrecido a Gaudí que entonces tenía 31 años. Al hacerse cargo Gaudí del proyecto lo modificó por entero, incluso partes de la cripta ya empezada, imprimiéndole su estilo. Durante los restantes 43 años de su vida trabajó intensamente en la obra, los últimos 15 años de forma exclusiva. Esta dedicación tan intensa tiene su explicación, por el hecho de que Gaudí resolvía muchos aspectos y soluciones a medida que la construcción avanzaba.

 

Sólo una de sus torres llegó a ver coronada Gaudí antes de su fallecimiento, del portal del Nacimiento. A la muerte de Gaudí se hizo cargo de las obras su ayudante Domènec Sugrañes, durante los años 1926-1936, terminando las tres torres que quedaban en la fachada del Nacimiento.

 

Durante la Guerra Civil Española quedó destruido en su mayor parte el taller de Gaudí con sus dibujos, maquetas y modelos. Por esta causa y por la particular manera de trabajar de Gaudí, no quedaron suficientes planos ni directrices acerca de cómo debía terminarse el templo. En 1944 se reemprendió la construcción de la Sagrada Familia y se decidió edificarlo de la forma más fiel a las ideas de Gaudí, pero adaptando los trabajos a los nuevos usos en la construcción, con el paso de los años. Al frente de esta tarea estuvieron tres arquitectos y un escultor.

 

Gaudí definió cuatro plazas ajardinadas, una en cada lado del templo y una avenida central que daba a la fachada de la Gloria de la calle Mallorca, quedando el conjunto en forma de cruz. No obstante la especulación urbanística dió al traste con las ideas de Gaudí y se construyó donde debía estar la avenida central. En 1975 el Ayuntamiento de Barcelona realizó un estudio urbanístico que preveía habilitar la zona tal cual lo ideó Gaudí, en forma de cruz, pero en la actualidad sólo existen dos de estas plazas, y la creación de la avenida central supondría el derribo de varios edificios, por lo que el tema sigue en estudio, para enmarcar la Sagrada Familia en el entorno que merece.

 

La Cripta – Comenzada en 1882 por Francisco del Villar, al hacerse cargo Gaudí de las obras, en noviembre de 1883, transformó los pilares añadiéndoles capiteles con motivos naturalistas; también elevó la bóveda y rodeó la cripta de un foso para dar más luz y ventilación directas. Las obras de la cripta se prolongarían hasta 1891.

 

La cripta se compone de siete capillas dedicadas a la Sagrada Familia de Jesús, en forma de rotonda, y en frente se sitúan otras cinco capillas en línea recta, la de la Sagrada Familia, que alberga el altar, flanqueada por las capillas de Nuestra Señora del Carmen, donde está enterrado Gaudí, la capilla de Jesucristo, la capilla de Nuestra Señora de Montserrat y la del Santo Cristo, donde tiene sepultura Josep Maria Bocabella, el promotor. Las pilas de agua bendita de la cripta están hechas con unas grandes conchas marinas procedentes de Filipinas. Algunas de las lámparas de la cripta las construyó Gaudí personalmente.

 

El Ábside – El ábside ocupa la parte de lado montaña, entre las fachadas del Nacimiento y la Pasión; en su centro se situará la capilla de la Asunción, y tendrá dos sacristías en los laterales, intercomunicadas por el claustro, que rodeará todo el recinto. El proyecto contiene siete capillas absidiales dedicadas a los siete dolores y gozos de San José, según deseos del fundador Bocabella. De inspiración gótica, sigue la misma estructura de la cripta de 1893, al encontrarse sobre élla.

 

Fachada del Nacimiento – Esta fachada presenta una decoración evocadora de la vida de Jesús. Orientada al levante (nordeste), está dividida en tres pórticos, dedicados a las virtudes teologales: de la Esperanza a la izquierda, de la Fe a la derecha, y de la Caridad en el centro, con la Puerta de Jesús y rematada por el Árbol de la Vida. La fachada culmina con las torres-campanario de San Matías, San Judas Tadeo, San Simón y San Bernabé. Fueron construidas entre 1894 y 1930. Algunas esculturas fueron retocadas por Etsuro Sotoo, el último que trabajó en la fachada, que dio por finalizada en el año 2000. Los tres pórticos tendrán cuatro puertas, que ya han sido diseñadas por Etsuro Sotoo, de aluminio policromado y cristal, decoradas con vegetación, insectos y pequeños animales.

 

Como Gaudí era consciente de que no podría terminar el proyecto en el transcurso de su vida, en vez de ir construyendo el templo en su conjunto de forma lineal prefirió construir una fachada completa en toda su verticalidad, para dar una muestra completa de cómo debía ser el resto. Escogió esta fachada por ser, en su opinión, la que podría ser más atractiva, fomentando así la continuación de la obra tras su muerte, y lo recalcó con esas palabras:

“Si en vez de hacer esta fachada decorada, ornamentada, turgente, hubiese comenzado por La Pasión, dura, pelada, como hecha de huesos, la gente se habría retraído”.

 

El Pórtico de la Caridad está dedicado a Jesús. Simulando ser el Portal de Belén, desarrolla una serie de escenas sobre el nacimiento de Jesús: la Anunciación, la Adoración de los Reyes, la Adoración de los pastores y la Coronación de María de 1982. También encontramos la estrella de Belén y los signos del Zodíaco, dispuestos como estaban la noche que nació Jesús, así como ángeles músicos, el cordero como símbolo de inocencia, el perro como símbolo de fidelidad y las 59 cuentas del rosario rodeando el ventanal. En el dintel de las puertas figura la inscripción Gloria in excelsis Deo et in terra pax hominibus bonae voluntatis.

 

Destaca el gran pilar como un árbol genealógico de Jesús; en su base está la serpiente mordiendo la manzana, símbolo del pecado original, y sobre el capitel se sitúa el grupo del Nacimiento, de 1958. El Coro de ángeles niños, destruido en la Guerra Civil, ha sido realizado de nuevo por Etsuro Sotoo. Los ángeles sostienen una inscripción que dice: Jesus est natus. Venite, adoremus, ante cuyo mensaje los pájaros van el pie de la cuna, según el villancico popular catalán “El cant dels ocells” (El canto de los pájaros).

 

El pórtico culmina en el Árbol de la Vida, que representa el triunfo de la vida y el legado de Jesús. Aquí encontramos el anagrama de Jesús con las letras JHS, de Jesus Hominum Salvator, en una cruz griega, con las letras griegas alfa y omega, como símbolo del principio y el fin. Está rodeado de ángeles portadores del pan y el vino, símbolo de la Eucaristía. Sobre el anagrama encontramos un pelícano, primitivo símbolo cristiano que representa igualmente la Eucaristía, con un huevo símbolo del origen y la plenitud de la vida y la Naturaleza. En sentido ascendente se hallan dos escaleras como ascensión a Dios, y un ciprés que simboliza la vida eterna, con un grupo de palomas que representan los fieles que acuden a Dios. Por último, encontramos una representación de la Santísima Trinidad.

 

Pórtico de la Esperanza, dedicado a San José, encontramos las escenas de los Esponsales de la Virgen María y San José, la Familia de Jesús, con San Joaquín y Santa Ana, el Niño Jesús, la Muerte de los Santos Inocentes, La huida a Egipto y La barca de San José, en que José es el timonel y cuya fisonomía corresponde sin duda a la del propio Gaudí, como homenaje de los trabajadores del templo tras su muerte. También podemos observar diversas herramientas, una sierra, una maza, un cincel, una escuadra, un destornillador, un martillo y un hacha, animales domésticos, ocas o patos, y plantas como el papiro, loto, nenúfar, como alusión a la fauna y flora del Nilo. El pórtico está rematado por un gran pináculo semejante al Cavall Bernat de Montserrat, con la inscripción latina “Salva nos”.

 

Pórtico de la Fe, dedicado a la Virgen María, percibimos las siguientes escenas: la Inmaculada Concepción, en que aparece la Virgen sobre una lámpara de tres brazos, la Visitación a su prima Isabel; La presentación de Jesús en el templo, donde el Niño Jesús aparece en brazos del sacerdote Simeón y, a su lado, aparece la profetisa Ana, que reconoce en Jesús al Mesías; Jesús trabajando de carpintero; y Jesús predicando en el templo, entre las figuras de San Juan Bautista y San Zacarías. También encontramos el Corazón de Jesús, cubierto de espinas y de abejas místicas que liban su sangre; la Divina Providencia, en forma de mano con el ojo que todo lo ve; uvas y espigas como símbolo de la Eucaristía; y flora de Palestina.

 

Fachada de la Pasión – La fachada de la Pasión se empezó a construir en 1954 según los dibujos y explicaciones que había dejado Gaudí; las torres se acabaron en 1976, y desde entonces se trabaja en la decoración escultórica. Gaudí proyectó esta fachada durante una convalecencia de una infección en Puigcerdà, en 1911. Gaudí quiso reflejar el sufrimiento de Cristo en su crucifixión y concibió una fachada más austera y simplificada, sin ornamentación. Los grupos escultóricos de la pasión son obra de Josep Maria Subirachs (entre 1987 y 2009) que ideó un conjunto simple y esquemático, con formas angulosas que provocan un mayor efecto dramático, pero sin el tétrico efecto que tuvo Gaudi de esta fachada de la que dijo: “Estoy dispuesto a sacrificar la misma construcción, a romper arcos y a cortar columnas para dar idea de lo cruento del Sacrificio”.

 

En la fachada de la Pasión destacan las puertas de bronce creadas por Subirachs. El pórtico central tiene dos puertas dedicadas al Evangelio, con los textos evangélicos que narran los últimos días de Jesús, separadas por un parteluz con las letras griegas alfa y omega, como símbolo del principio y el fin. Las puertas pesan 6.500 kilos. En conjunto, tienen un total de unas 10.000 letras, algunas de las cuales están remarcadas con bronce dorado, que forman la frase ¿Qué es la verdad?, que contestó Pilato a Jesús ante su afirmación de que venía a “dar testimonio de la verdad” (Juan 18, 38).

 

Frente a las Puertas del Evangelio se sitúa la columna de La Flagelación, que sustituye la cruz inicialmente prevista por Gaudí. Tiene cinco metros de altura, y está realizada en mármol travertino. Otros detalles destacados de la columna son: el nudo, que simboliza las torturas sufridas por Jesús; el fósil, hallado en el bloque de mármol según Subirachs, y que tiene forma de palmera, símbolo del martirio; y la caña que los soldados dieron a Jesús en vez del cetro real, como símbolo del escarnio sufrido por el Redentor. Los tres escalones simbolizan los tres días que transcurrieron hasta la resurrección.

 

El otro pórtico presenta la Puerta de Getsemaní, en el huerto de los olivos. Vemos a Jesús orando, mientras que los discípulos duermen, y en la parte superior izquierda aparece el cielo con la luna llena.

 

El pórtico de la Esperanza presenta la Puerta de la Coronación de espinas. Aquí aparece Jesús con la corona de espinas, el manto y la caña, junto a la inscripción “Y los soldados tejieron una corona de espinas y se la pusieron sobre la cabeza”, y lo vistieron con un manto de púrpura; y le decían: “salve, rey de los judíos”; y le daban bofetadas (Juan 19, 2).

 

En otra escena, Jesús es conducido ante Herodes y Pilato, que aparecen enfrentados de forma simétrica. El ciclo escultórico de la Pasión está instalado en tres niveles, siguiendo un orden ascendente en forma de S, para reproducir el Calvario de Jesús.

 

El nivel inferior contiene las escenas de la última noche de Jesús antes de la crucifixión. La Última Cena presenta a Jesús con los doce Apóstoles, en el momento en que Judas le traiciona, el momento en que Pedro corta la oreja a Malco, el criado del Gran Sacerdote. En El beso de Judas las figuras están toscamente talladas para sugerir una visión nocturna. La negación de Pedro contiene tres figuras de mujer por las tres veces que Pedro negó a Jesús, junto a un gallo. El Apóstol está envuelto en una sábana como símbolo de su cobardía. En Ecce Homo Jesús es presentado con la corona de espinas, custodiado por dos soldados y con la figura de un Pilato dubitativo ante lo que debe hacer; a los pies del Nazareno la piedra está resquebrajada, representando el terremoto que se va a producir. Junto a esta escena hay una columna con el águila romana y la inscripción Tiberio, emperador de Roma. La última escena de este nivel es El juicio de Jesús, en que Pilato se lava las manos asistido por tres sirvientas, junto a un soldado y la figura de Prócula, la mujer de Pilato, que se aleja de la escena tras fracasar en su intento de interceder por el reo, al que había visto en sueños (Mateo 27, 19).

 

Nivel medio: representa el Calvario de Jesús. Aparece en primer lugar Las Tres Marías y Simón de Cirene, en que éste ayuda con la cruz a Jesús, rodeado por la Virgen, María Magdalena y María de Cleofás. La Verónica muestra el rostro de Jesús marcado en negativo en la tela de la mujer que le limpió el sudor; la figura de Verónica no tiene rostro para no interferir con la imagen de Jesús. Aquí Subirachs hace un homenaje a Gaudí, dándole su fisonomía a la figura del evangelista situado a la izquierda, así como en la forma de los cascos de los soldados, que evocan las chimeneas de Gaudí en La Pedrera. Cierra el ciclo El soldado Longino, que clavó su lanza a Jesús.

 

Nivel superior: figura la muerte y entierro de Jesús. Comienza el nivel con Soldados jugando a los dados las vestiduras de Jesús. La crucifixión es la escena principal del pórtico, con Jesús colgado en la cruz –que es de cuatro brazos, como las típicamente gaudinianas, pero puesta en horizontal–, que está hecha de hierro, con una I pintada en rojo en la viga central, símbolo del INRI; aparecen de nuevo las tres Marías y San Juan, y figuran también en la escena un cráneo, símbolo de la muerte, y una luna, que representa la noche. El velo rasgado es una estructura de bronce que representa el velo del Templo de Jerusalén, que se rasgó a la muerte de Jesús. Por último, en El entierro figuran José de Arimatea y Nicodemo depositando el cuerpo de Jesús en el sepulcro, junto a la Virgen María y un huevo símbolo de la resurrección. La efigie de Nicodemo es un autorretrato del escultor Subirachs.

Las figuras de los apóstoles en las torres también son obra de Subirachs. Fueron colocadas en el 2000. Santiago el Menor está representado con un báculo de obispo, ya que tradicionalmente fue el primer obispo de Jerusalén; San Bartolomé aparece con un cuchillo, símbolo de su martirio —fue desollado, de ahí que su figura trasluzca su anatomía—, además de un pergamino, ya que fue autor de un evangelio apócrifo; Santo Tomás se muestra en actitud dubitativa, ya que tuvo que tocar a Jesús para creer en su resurrección; y San Felipe sostiene entre sus manos un libro, símbolo de la predicación que ejerció en Asia Menor.

 

En un nivel superior se sitúa la Resurrección de Jesús, en forma de gran ventanal formado por quince vidrieras. Por encima se encuentra el Espíritu Santo, escultura de Subirachs inspirada en una paloma, pero de formas casi abstractas, instalada en 2001 y finalmente la Ascensión de Jesús, en el puente que une las torres de San Bartolomé y Santo Tomás, a 60 metros de altura, obra de Subirachs realizada en bronce, instalada en 2005.

 

Fachada de la Gloria – La fachada de la Gloria será la más grande y monumental; es la fachada principal, la que da acceso a la nave central. Las obras comenzaron en 2002. Dedicada a la Gloria celestial de Jesús, representa el camino ascensional a Dios: la Muerte, el Juicio Final, la Gloria y también el Infierno. Gaudí sólo esbozó las líneas generales de esta fachada.

 

Puertas de la fachada de la Gloria, de Subirachs – La primera y la última, del Bautismo y la Penitencia, coincidirán con las dos capillas laterales de la fachada de la Gloria, que interseccionarán con el claustro. También figurarán en la fachada las Bienaventuranzas y las Obras de Misericordia corporales y espirituales. Igualmente estarán representados: Adán y Eva, como origen del ser humano; San José en su labor de carpintero; la Fe, la Esperanza y la Caridad representadas por el Arca de la Alianza, el Arca de Noé y la Casa de Nazaret; la Virgen María, rodeada de ángeles, santos, profetas y Jesús en el Juicio Final, con el Espíritu Santo en forma de rosetón y Dios Padre, formando la Trinidad augusta.

 

La fachada se completará con unas grandes nubes iluminadas que contendrán en grandes letras el Credo (Credo in unum Deum Patrem Omnipotentem, creatorem coeli et terrae).

 

El 22 de abril de 2007 se instaló una escultura de San Jorge en la baranda del lado interior de la fachada de la Gloria–, coincidiendo con la proclamación del 550 aniversario del santo como patrón de Cataluña y en el marco de los actos de celebración del 125 aniversario de la colocación de la primera piedra del templo. Obra de Subirachs, la estatua es de bronce, de tres metros de altura, y está inspirada en el San Jorge de Donatello. En septiembre de 2008 se instalaron las puertas de la fachada de la Gloria, dos láminas de bronce de dos toneladas cada una, obra de Subirachs con la ayuda del escultor Bruno Gallart. Las puertas tienen inscrito el Padre Nuestro, así como su segundo párrafo (Danos hoy nuestro pan de cada día), en cincuenta idiomas distintos.

 

Las torres serán los campanarios, y contendrán un total de 84 campanas, comunes y tubulares: en la fachada del Nacimiento, campanas tubulares de percusión; en la de la Pasión, campanas tubulares de órgano resonante; y en la de la Gloria, campanas afinadas con las notas mi, sol, do. Gaudí realizó pruebas de acústica para lograr una perfecta sonoridad.

 

Las torres de los evangelistas estarán rematadas por las figuras alegóricas que los representan en la iconografía cristiana: San Juan, el águila; San Marcos, el león; San Mateo, el ángel; y San Lucas, el buey. Asimismo contendrán unas gárgolas que ya han sido construidas por Etsuro Sotoo, en granito de cuatro metros, con diversas formas que simbolizan las profesiones de los evangelistas.

 

La torre de María se situará sobre el ábside, y estará rematada por una gran estrella de 12 puntas, que simbolizará la estrella de la mañana. Por último, la torre de Jesús estará rematada por una gran cruz de seis brazos, de 15 metros; en su parte central figurará un cordero, así como la inscripción Tu solus Sanctus, Tu solus Dominus, Tu solus Altissimus y las palabras Amén y Aleluya. Cada uno de los cuatro brazos de la cruz tendrá potentes haces de luz que serán visibles a grandes distancias.

 

Portal del Rosario – En las intersecciones del claustro con las fachadas Gaudí proyectó unos portales dedicados a la Virgen: a ambos lados de la fachada del Nacimiento, la Virgen del Rosario y la de Montserrat; en la fachada de la Pasión, la Virgen de la Merced y la de los Dolores. Especialmente destacada es la del Rosario, que Gaudí eligió para hacer una demostración de cómo tenía que ser la decoración del resto del templo. Las esculturas del portal sufrieron graves daños durante la Guerra Civil Española, siendo restauradas entre 1982 y 1983 por Etsuro Sotoo.

En las cuatro esquinas del templo figurarán tres obeliscos por cada una, representando los puntos cardinales.

 

El interior – Gaudí evolucionó de un primer proyecto gótico hacia un estilo personal, orgánico, inspirado en las formas de la naturaleza: para librarse de los contrafuertes góticos, ideó el uso de columnas en forma de tronco de árbol, que permiten descargar el peso de las cubiertas directamente en el suelo, solución práctica a la vez que estética, ya que convierte el interior de las naves del templo en un espacio orgánico que semeja un bosque. Entre 1987 y 2010 se desarrollaron los trabajos de las bóvedas laterales y central.

 

El año 2010 se acabó de cubrir el interior del templo, hecho que permitió su consagración por el papa Benedicto XVI el 7 de noviembre de 2010. Para tal evento se inauguraron varias obras creadas recientemente siguiendo las instrucciones de Gaudí: en la parte interior del portal de la Pasión se colocó en las losas del suelo un bajorrelieve sobre la Entrada de Jesús en Jerusalén, obra de Domènec Fita; se instalaron en el transepto dos esculturas de San José (en el lado del Nacimiento) y la Virgen María (en el lado de la Pasión), ambas de Ramón Cuello, realizadas en travertino y con una altura de 2,80 m; y se colocó la decoración de los capiteles de las columnas centrales del crucero, las de san Pedro y san Pablo -con sus símbolos, unas llaves y una espada y un libro, respectivamente-, y las de los cuatro Evangelistas, con los signos del Tetramorfos enmarcados por un elipsoide de metacrilato, obra de Domènec Fita. También se colocó el altar, constituido por un bloque de pórfido iraní, que es una roca ígnea plutónica pulimentada por encima y por los lados, menos por el lado a la vista de los fieles, dejada tal cual sale de la cantera. Tiene 3 metros de longitud y 7.500 Kg. de peso.

 

El órgano - El órgano consta de dos cuerpos (que suman 1.492 tubos) y de tres teclados. Tiene 26 tipos de sonidos diferentes y dispone de un ordenador que memoriza combinaciones de registros y sonidos para que el órgano pueda sonar solo, sin necesidad de un organista.

Tickets Sagrada Familia = https://sagradafamilia.org/es/tickets

 

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Saliendo de la Sagrada Familia, caminar hacia el norte por la avenida Gaudí.

Si lo desea puede coger la L5 del metro y bajar en Dos de Maig (una parada).

Hospital de la Santa Creu y Sant Pau ** - El Hospital de la Santa Cruz y San Pablo es una obra monumental de más de 35.000 m2 que fue construida entre 1902 y 1930 por Lluís Domènech i Montaner, con ayuda de su hijo y gracias al mecenas Pau Gil, cuyas iniciales se entrelazan en las fachadas de los 28 edificios. Todos los pabellones están intercomunicados por túneles y decorados con paneles de cerámica con tema mitológico o relacionados con la historia de Cataluña. El hospital fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997 y rehabilitado poco después. El hospital actualmente acoge un centro de investigación.

 

La visita se inicia en la exposición del Pabellón de San Salvador, donde se describe la trayectoria del hospital desde su creación en 1401, y se rinde homenaje a la figura y obra de Lluís Domènech i Montaner.

 

El recorrido continúa en los jardines por entre los pabellones que conforman una ciudad-jardín terapéutica.

 

En el Pabellón de San Rafael se recrea cómo era un pabellón de enfermos en los años 20, en una Barcelona en expansión y con una práctica médica en plenos cambios.

 

Por un tramo de los túneles subterráneos llegaremos al Pabellón de la Administración, donde se encuentran los espacios más ornamentados por Montaner.

 

El Hospital de la Santa Cruz y San Pablo, se puede visitar libremente, con audioguía o con una visita guiada.

 

Visita libre 9.30-16.30 (18.30 abr-oct), do y fest 9.30-14.30.

 

Después vaya a la estación del metro tome la L5 en Dos de Maig y baje en Verdaguer (dos paradas)

B – Palau Macaya - Pg. de Sant Joan, 108

Residencia construida por Josep Puig i Cadafalch entre 1899 y 1901. La fachada blanca del palacio, culminada por dos torreones laterales, luce unos esgrafiados y unas aberturas con decoración escultórica donde destacan los capiteles de Eusebi Arnau con temas muy contemporáneos (como el ciclista que hay junto a la puerta principal). La exquisita decoración del interior se ha perdido casi por completo, a excepción del vestíbulo, decorado con esgrafiados y azulejos, y del patio presidido por una escalera abierta al más puro estilo de los palacios medievales barceloneses.

 

C – Casa Thomas - Mallorca, 291-293

La Casa Thomas combina la vivienda de la familia Thomas con el negocio de la fototipia en los bajos del edificio. Originalmente, el edificio se limitaba al taller y a la primera planta, la vivienda del propietario. Una ampliación de 1912 respetó las líneas originales, reconstruyó las torretas a un nivel superior y añadió unas elegantes tribunas en la fachada.

 

D – Casa Terrades – Diagonal, 416-420

Este edificio, conocido popularmente como la CASA DE LAS PUNXES, (Casa de los Pinchos) fue construido entre 1903 y 1905 por Josep Puig i Cadafalch. La Casa de les Punxes tiene una silueta característica y es una de las obras más famosas del Modernismo. El edificio se alza sobre un solar propiedad de las hermanas Terrades y está formado por tres casas de viviendas, aunque parece un bloque uniforme. Puig y Cadafalch quiso estilizar al máximo sus típicos elementos de inspiración medieval, reforzándolos hasta el punto de que la casa parece un castillo. El edificio tiene cuatro torres redondas rematadas con agujas cónicas, (los pinchos), una torre principal con cimborrio y una miriada de tribunas y miradores de estilo gótico flamígero. En su espectacular fachada de ladrillo, excepto la planta baja, que es de piedra, destacan los forjados, los balcones y los paneles de cerámica con motivos patrióticos. El más grande y más conocido de estos paneles es lo que representa San Jorge, con la leyenda "Santo Patrón de Cataluña, devuélvenos la libertad", que fue considerado una provocación por el histriónico político españolista de la época, Alejandro Lerroux, que lo calificó de "crimen contra la nación española”, pero el arte prevaleció por encima de la política y el escudo sobrevivió, aun teniendo una comisaría de Policía Nacional delante (que hoy ya no existe).

 

Tickets Casa de les Punxes = https://tickets.casadelespunxes.com/

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